El estereotipo es un concepto articulado entre los procesos psicológicos
motivacionales (nos esforzamos por entender y predecir el ambiente social en
que nos desenvolvemos) y cognitivos (formamos categorías sociales) y los
procesos sociales (como son las creencias que tenemos sobre un grupo social).
El concepto estereotipo se remonta a 1798 y se reservaba para
<<el vaciado de plomo de una imprenta destinada a la creación de un cliché
tipográfico>>.
Lippman (1922), pensando en ese <<cliché>>, se refirió
con el término estereotipo en psicología social a <<retratos en la
mente>> rígidos que hacen de filtro perceptivo ante la complejidad de la
realidad ambiental que nos envuelve. Concretamente, definió la estereotipia
como el producto de un razonamiento defectuoso que es insensible de forma rígida
a la retroalimentación. Esta posición inicial sobre el concepto de estereotipos
condiciono sin duda el desarrollo posterior de esta temática:
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Los estereotipos se estudiaban como ideas prejuiciosas.
Por ello, se incidía en descripción de grupos mayoritarios sobre minoritarios,
se elaboran verdaderos mapas cognitivos cuyas fronteras son los rasgos estereotípicos,
etc.
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Se suponía
que el proceso de la estereotipia interfería el proceso normal de razonamiento
de una persona. Así, Brigham (1971) define el estereotipo étnico como
<<una generalización hecha acerca de un grupo étnico referente a la atribución
de un rasgo que considera injustificado por un observador>>.
Tomado del libro ''procesos psicosociales en los contextos educativos''.
Tomado del libro ''procesos psicosociales en los contextos educativos''.
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