Ya hemos visto que el estereotipo es un conjunto de
creencias o juicios sobre un grupo de personas. Este punto de vista podemos
afirmar que se refiere a una concepción cognitiva.
Sin embargo estas características descriptivas pueden tener
un componente evaluativo que puede ser positivo o negativo. Por cuestiones
sociales y porque existía una tendencia a investigar el estereotipo que grupos
mayoritarios poseen sobre minorías, el estudio de los estereotipos se ha venido
centralizando en analizar el contenido negativo, de ahí que estereotipo y
prejuicio se hayan confundido. Este hecho ha tenido consecuencias tan
desafortunadas en psicología social como el hecho de considerar los
estereotipos como algo defectuoso, inconsciente, rígido, etc.
El prejuicio implica rechazo al otro, más concretamente una
actitud negativa o una predisposición a adoptar un comportamiento negativo hacia
los miembros de un grupo, que descansa sobre una generalización errónea y rígida
sin tener en cuenta las diferencias individuales que existen dentro de un
grupo.
El ejemplo mas claro de prejuicio es el racismo. El mismo
concepto de raza aplicado para diferenciar el color de la piel de los seres
humanos es ya en sí prejuicioso: raza es un término que tiene su origen en la biología
y es usado para diferenciar a una especia animal que es genéticamente diferente
a otra. Frente a esta posición biología de emplear este término para separar los colores de la especie humana,
los genetistas contemplan que las diferencias genéticas existentes dentro de
una misma raza son tan importantes como las pretendidas diferencias
fundamentadas en reagrupamientos basados en razas humanas.
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